Daisy, Fabio, Nana, Thalita y yo, en círculo, en un patio trasero en el centro de la ciudad, somos un espacio seguro para hablar y escuchar. Construimos un espacio.[ ¿Necesitabas construir un espacio? ]¿Qué sucede cuando escuchamos? ¿Qué pasa cuando hablamos? ¿Dónde hablamos de la ciudad en la que estamos inmersos? ¿Qué caminos evocan nuestros recuerdos? ¿De qué ciudad estamos hablando? Cada cuerpo, en su densidad, se dice, se recuerda a sí mismo en la forma que le es posible.  

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Pensar en Curitiba y sus espacios LGBTQIA+ nos trajo debates sobre, después de todo, ¿qué es un espacio LGBTQIA+? ¿Está construido? ¿Ocupado? invadido? ¿Quién nomina y desde dónde? ¿Cuáles son los intereses en nombrar? ¿Clubs? ¿Cuadrícula? ¿Líneas de bicicleta? ¿Baño en plaza pública? ¿Universidad? ¿Taller dentro de la universidad? ¿Panadería? ¿Compañía de teatro? ¿Hospital? Juntos descubrimos que hacemos espacios dentro de espacios, invadimos, muchas veces con el pie en la puerta, construimos y denunciamos simulacros.

[ ¿Necesitabas destruir un espacio? ]

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En cierto modo, este proyecto, que buscó crear una cartografía a partir de diferentes experiencias LGBTQIA+, es un trabajo de desterritorialización de la heterosexualidad, y como señala Paul Preciado en el textoMultitudes queer: apuntes para una política de “anormales”, hay que hablar de la desterritorialización del espacio mayoritario y no del gueto. Estamos en todas partes, hacemos en todas partes.[ ¿Alguna vez has escapado de un lugar? ]Las tres personas invitadas a crear la cartografía aquí compartida, Nana, Daysi y Fábio, activaron sus recuerdos y también su presencia, transformándolos en una visualidad posible e interesada en el ahora, en la fricción de sus cuerpos con Curitiba, sus calles, caminos. , contornos visibles e invisibles.

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Además de esta versión virtual, los mapas están disponibles en formato impreso y componen la sesiónNuestras vidasdesde elfusible, biblioteca de municiones alojada en el espacio culturalsastrería. Los encuentros fueron acompañados por la artista Thalita Sejanes, a través de escuchas comprometidas y propuestas creativas que estimularon la elaboración de los mapas de cada uno. Thalita diseñó la publicación impresa y compartió la creación del espacio virtual con el artista Claudio Moreira. La idealización y propuesta de este proyecto fue formulada en colaboración con el artista y productor cultural Guilherme Jaccon. Y como nos enseñó la amistad y compañerismo de trabajo entre una tortillera y un maricón, nunca caminamos solos, por eso agradecemos a las personas que aceptaron estar en este proyecto compartiendo sus vidas, recuerdos, luchas y sueños. Estamos vivos y aquí están partes de nuestras vidas.